martes, 8 de abril de 2008

La sabiduría de los bárbaros. Los límites de la helenización. Arnaldo Momigliano.

Es un libro cortito, 277 pgs, pero muy denso, y erudito.

pg 25: "Sin embargo, Mesopotamia y Egipto vivían aun en un mundo que había sido construido en el segundo milenio, bajo el poder de la monarquía, divinamente protegida en el caso de Mesopotamia y divina en el de Egipto; no tuvieron que enfrentar protestas y reformas en la mitad del primer milenio a.c. En Egipto prevaleció una moral de silencio, y Mesopotamia -ya sea Asiria o Caldea- parece haber orientado sus esfuerzos a conquistar a los otros, en lugar de criticarse a si misma."

pg 52, hablando de los funerales: "Le debemos a Polibio la única descripción de esta procesión, la cual muestra su elegancia. Es innegable también que él ve una parte de la verdad; tales ceremonias deducaban a los jovenes en general a respetar a sus mayores y mejores y a aspirar a la misma gloria (Polib. 6.54.3); eran festividades cívicas."

pg 75, crítica a la teoría de Polibio de la perfección de la constitución mixta romana: "Polibio fue privado de su única oportunidad de verificar su interpretación de la Constitución romana. Si hubiera tenido que corelacionar la conducta de la segunda Guerra Púnica con la descentralización del Estado romano -con su municipia y coloniae- y con el modelo siempre cambiante de las alianzas italianas, pronto habría descubierto que su idea de una constitución mixta en Roma era casi una ficción."

pg 77: "La superioridad romana estaba en la capacidad de sustitución, esto es, en la capacidad de sobrevivir a la derrota en una o más batallas, como lo probaron ampliamente la guerra contra Pirro y la segunda Guerra Púnica."

pg 79: "La organización dual del ejercito romano reflejó, por supuesto, la organización dual del Estado romano. Estaban, por un lado, los ciudadanos romanos (dejando fuera, para nuestro propósito, la distinción entre cives cum suffragio y cives sine suffragio), quienes completaban las legiones. Por el otro lado, los enemigos conquistados bajo el nombre de socii eran obligados a abastecer tropas y a seguir a Roma en la guerra, pero no pagaban tributo. Cada parte debía mantenerse razonablemente satisfecha.

...


Aun en el siglo II a.c., cuando la situación del soldado campesino romano se convirtió en problema político, la lealtad de las legiones por lo general no era puesta en duda. Los socii eran otro problema. No se podía esperar que fueran automáticamente leales; no obstante, eran necesarios. Se tenían que mantener ocupados en la guerra, porque de lo contrario toda la estructura de la organización romana se derrumbaría. Ya que el único lazo visible entre Roma y los aliados eran las obligaciones militares, Roma tuvo que llevar a cabo la mayoría de estas obligaciones, para que no perdieran sentido, o, peor, para que los ejercitos aliados no se volvieran contra Roma."


pg 80: "Las guerras fueron la verdadera esencia de la organización romana."

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